Me encanta la sandía, es una de las frutas más ricas y refrescantes del verano y generalmente me salen bastante dulces y buenas.

Pero una de las últimas que compré estaba un poquito sosa y decidí hacer una mermelada de sandía. Nunca la había probado y sentía curiosidad por saber la textura y el sabor que le quedaba.

En esta receta se aprovecha al máximo la sandía, solo hay que quitarle la parte verde y las pepitas, dejando la parte blanca también. Es una forma de reducir desperdicios y aprovechar todo de la sandía. 

Os la recomiendo, queda buenísima, como buena queda también la mermelada de melón o la mermelada de higos, muy de temporada. En la categoría mermeladas de este blog puedes ver muchas más.

Os dejo la receta en vídeo y os invito a suscribiros a mi canal de YouTube.

 

 Ingredientes:

     -  1 kg de sandía, sin piel verde ni pepitas

     -   400g de azúcar

     -   el zumo de 1 limón

Troceamos la sandía y la ponemos en una cazuela, añadimos el azúcar y el zumo de limón.

La ponemos a fuego medio y la dejamos cocer al menos 40 minutos. El tiempo dependerá del jugo de la sandía y de lo espesa que nos guste. 

A media cocción podemos triturarla con una batidora y seguir cociendola hasta que esté en su punto.

Para ver si está en su punto ponemos en un plato una cucharadita y pasamos el dedo haciendo una línea por el centro, si no se junta estará en su punto, si se junta debemos dejara cocer un poquito más. 

Debemos tener en cuenta que cuando enfríe esperará más.

La ponemos en botes de cristal esterilizados y bien tapados. Podemos poner los botes boca abajo para que hagan el vacío o bien los podemos poner al vacío al baño maría durante 30 minutos y se conservarán muchos meses más. Les ponemos unas etiquetas personalizadas, con el nombre y la fecha de embasado para saber cuando tenemos que consumirlos.

Lista para disfrutarla.

¡Queda buenísima!

Lo mismo os apetece hacer alguna de estas recetas que os dejo en vídeo, y suscribiros a mi canal de YouTube