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para un molde de 22cm: - 300ml de nata para montar - 100 g de azúcar glas - 25g de mantequilla - 2 manzanas
- 40g de azúcar normal - 1 pizca de canela molida - 6 hojas de gelatina neutra - 1 cucharada de miel
- 2 cucharadas de agua
Se pone la gelatina en remojo en agua fría 5 minutos.
Se pelan y trocean las manzanas, se ponen en un recipiente para microondas con la canela , la miel , 40g de azúcar y 2 cucharadas de agua y, cocemos en el microondas durante 6 minutos a 800w o en un cazo al fuego.
Le añadimos la gelatina escurrida y la trituramos.
Dejamos enfriar.
Montamos la nata con los 100g de azúcar.
Cuando la manzana está fría, se mezcla con la nata montada lentamente. La ponemos en un molde untado con la mantequilla y dejamos en el frigorífico 3-4 horas. Desmoldamos y adornamos con fruta fresca: piña, cerezas o lo que nos guste y caramelo líquido por encima si os apetece.
¡Muy rica!
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Hoy os traigo una variedad del típico gazpacho andaluz, un gazpacho de manzana .
Aunque tiene los mismos ingredientes, la manzana, le dá un punto de dulzor que suaviza el sabor y contrasta perfectamente con el resto de ingredientes.
Con el calor, solo apetecen cosas fresquitas, y los gazpachos son ideales a la hora de elegir un primer plato. Son fáciles, rápidos y sientan de maravilla.
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Ingredientes:
- 1 kg de tomates maduros
- 1/2 pimiento verde
- 2 manzanas
- 1/2 diente de ajo
- 1 pepino
- 50ml de aceite de oliva virgen
- sal al gusto
- vinagre al gusto
- 5-6 cubitos de hielo o agua bien fría
Troceamos los tomates, el pepino, la manzana y el pimiento.
En el vaso de la batidora o en la cubeta del robot de cocina. Yo he usado mi Cuisine companion, ponemos la cuchilla picadora ultrable. Añadimos los tomates, el pepino, el pimiento, el ajo y la manzana troceadas.
Añadimos sal al gusto, vinagre al gusto y el aceite
Trituramos todo muy bien, yo he programado velocidad manual 12, durante 5 minutos y ha quedado perfecto.
Si os gusta más fino podemos colarlo con un colador o chino.
Lo servimos inmediatamente y bien fresquito, solo o acompañado de trocitos de manzana.
De forma Tradicional:
Ponemos todos los ingredientes en el baso de la batidora: los tomates troceados, la manzana troceada, el diente de ajo, el pimiento verde y el pepino.
Añadimos sal al gusto, y vinagre y aceite al gusto. Y un poco de agua.
Lo trituramos con la batidora hasta que quede muy fino. Si nos gusta más fino lo pasamos por un colador o por un chino y lo servimos fresquito.
Queda igual de bueno y mucho más ligero al no llevar pan.
¿Os apetece un vasito? Lo mismo os apetece hacer alguna de estas recetas que os dejo en vídeo, y suscribiros a mi canal de youtube
Si buscas un postre rápido, sencillo y resultón, este flan de cuajada es una buena opción. Este es un flan muy fácil y con pocas complicaciones. De textura cremosa que se funde en la boca y te deja un sabor delicioso.
No necesita horno por lo que es ideal como postre para esos días calurosos que no nos apetece poner el horno.
El flan de cuajada y queso crema es uno de los más conocidos y fáciles de hacer y queda con un aspecto fabuloso. Os recomiendo hacerlo de un día para otro , así estará cuajado y fresquito.
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Ingredientes: - 250 ml. de nata liquida - 250 ml. de leche - 2 sobres de cuajada - 125g de azúcar - 1 tarrina de queso crema de 300g
Para el caramelo:
- 150g de azúcar
- 1 cucharadita de agua
Hacemos el caramelo:
Ponemos en un cazo el azúcar y la cucharadita de agua y lo llevamos al fuego hasta que se derrita y se forme un caramelo dorado no demasiado oscuro. Lo ponemos en el fondo del molde.
Hacemos el flan:
Diluimos la cuajada en la mitad de la leche.
En el vaso de la batidora se pone la nata, el queso crema.
La nata el azúcar y la cuajada que hemos diluido en la leche. Lo batimos todo bien.
La pon3emos en un cazo y lo ponemos en el fuego hasta que empiece a hervir , moviendo lentamente, cuando empiece a hervir lo retiramos del fuego .
Se echa en el molde caramelizado y se deja enfriar hasta el día siguiente en el frigorífico.
Podemos servirlo tal cual o acompañado de nata montada.
¡Riquísimo!
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Las hamburguesas han dejado de ser ese alimento rápido que solíamos preparar en apuros o comprar en cualquier establecimiento de comida rápida. Hoy en día, son toda una experiencia culinaria, un placer gastronómico que puede rivalizar con los platos más elaborados de un restaurante de categoría. Las hamburguesas gourmet han conquistado las cartas de los locales más prestigiosos no solo por la calidad de sus ingredientes, sino por la creatividad que permiten en su preparación. Pero lo mejor de todo es que no hace falta ser chef profesional para disfrutar de una hamburguesa de estas características en casa. Con los ingredientes adecuados, algunos trucos y un poco de cariño en cada paso, es posible lograr un resultado que sorprenda incluso a los paladares más exigentes.
Todo comienza con la carne
Si hay un elemento que define la calidad de una hamburguesa, ese es la carne. Podemos esmerarnos en el pan, en las salsas o en los toppings, pero si la carne no es buena, el resultado final nunca estará a la altura. Una hamburguesa gourmet exige carne de primera, fresca, con buen contenido de grasa intramuscular que garantice jugosidad y sabor. Nada de carne en masa ni con aditivos artificiales. La diferencia es evidente desde el primer bocado.
Para lograr ese sabor auténtico de una hamburguesa gourmet, la calidad de la carne es fundamental. Algunas hamburgueserías top utilizan productos como las hamburguesas artesanas de carne ibérica de País de Quercus, especialmente pensados para profesionales del sector. Sin embargo, si deseas disfrutar de esta calidad en casa, también puedes adquirir una selección de productos exclusivos para particulares en la tienda online Carnesdeladehesa.es, y darles así a tus hamburguesas caseras un toque verdaderamente gourmet. La carne ibérica, por su origen y proceso de crianza, tiene un veteado natural que la hace especialmente jugosa, tierna y con un sabor más profundo que otras carnes de res comunes. Además, su punto exacto de grasa permite que al cocinarla no pierda sus jugos, logrando una textura suave, pero con carácter, que hace de cada mordisco una verdadera delicia.
El pan hace el match perfecto
Aunque a menudo se le reste importancia, el pan es una pieza fundamental en el resultado final de cualquier hamburguesa gourmet. No se trata solo de un soporte para sostener la carne y los ingredientes; el pan debe ser parte del juego de texturas y sabores que envuelven la hamburguesa. Por ello, conviene alejarse de los panes industriales, blandos y sin personalidad, que se humedecen con facilidad y rompen la armonía del conjunto.
Para obtener un resultado digno de restaurante, lo ideal es optar por un pan brioche de buena calidad, con su característico toque mantequilloso y su suavidad que contrasta con la jugosidad de la carne. Otra excelente opción es el pan de masa madre, que gracias a su
fermentación natural ofrece un punto de acidez y una corteza ligeramente crujiente que aporta carácter sin robar protagonismo. Incluso un pan rústico de semillas o multicereal puede ser una elección sorprendente si buscas darle un giro diferente a la preparación. Lo importante es que el pan no se deshaga, aguante la humedad de los toppings y salsas, y aporte una textura agradable en cada bocado.
Y si lo que buscas es sorprender, atrévete con una salsa de queso azul o una reducción de vino tinto con cebolla caramelizada: ambos aportan un matiz sofisticado y profundo que convierte cada bocado en un pequeño lujo gastronómico.
Toppings que elevan el nivel de cualquier hamburguesa
Más allá de la tradicional lechuga, tomate y cebolla, una hamburguesa gourmet permite jugar con ingredientes poco convencionales que aportan frescura, textura y sabor. Los champiñones portobello salteados con mantequilla y ajo añaden un toque terroso delicioso, mientras que la cebolla roja encurtida con vinagre de manzana introduce un contraste ácido que corta la grasa de la carne de forma magistral.
La rúcula fresca, con su toque ligeramente amargo, funciona como un contrapunto ideal frente a toppings dulces como una mermelada de higos o de cebolla. Incluso algunas frutas, como piña asada o rodajas finas de manzana verde, pueden añadir una nota sorprendente y refrescante. Los pepinillos caseros, elaborados con especias y vinagre aromático, son otro clásico que, cuando se hacen en casa, ganan en sabor y textura.
Respecto al queso, las opciones van mucho más allá del típico cheddar: brie, gorgonzola, camembert, manchego curado o mozzarella de búfala ofrecen matices intensos, cremosos o salados que combinan a la perfección con carnes de calidad como la ibérica.
El arte de montar la hamburguesa perfecta
El montaje es clave para que todos estos elementos funcionen juntos. No se trata solo de apilar ingredientes al azar, sino de construir capas de sabor bien equilibradas. Empieza siempre tostando el pan, para evitar que las salsas lo humedezcan en exceso. Luego una capa base de salsa, seguida de la carne en su punto exacto de cocción, con el queso fundido reposando sobre ella.
Después llegan los toppings elegidos, distribuidos de manera que cada bocado tenga un poco de todo. Finalmente, otra fina capa de salsa en la parte superior y la tapa del pan cerrando la obra maestra. El resultado debe ser una hamburguesa que se sostenga bien, que no se desarme al comer y que ofrezca una combinación perfecta de texturas: crujiente, jugosa, cremosa y fresca a la vez.
Acompañamientos que no desentonan
Una hamburguesa gourmet merece guarniciones a su altura. Las papas fritas tradicionales pueden mejorar si las haces tú mismo, con papas de calidad cortadas a mano, condimentadas con romero fresco, sal marina y un toque de pimienta negra. También puedes preparar papas gajo al horno con especias ahumadas o chips de batata crujientes.
Si prefieres una opción más ligera, una ensalada de col morada con vinagreta de mostaza y miel o unos espárragos trigueros a la plancha con sal en escamas serán un acompañamiento perfecto. Y para la bebida, una cerveza artesanal, una copa de vino joven o una limonada casera con hierbabuena realzan la experiencia sin robar protagonismo al plato principal.
Usa salsas caseras con tu propio estilo
Las salsas son, sin lugar a dudas, el alma secreta de toda hamburguesa gourmet. Es lo que puede marcar la diferencia entre una buena hamburguesa y una que permanece en la memoria. La gran ventaja de hacerlas en casa es que puedes ajustar la intensidad, el dulzor, la acidez o el picante exactamente a tu gusto, creando combinaciones únicas.
Una mayonesa casera con ajo asado puede dar una cremosidad deliciosa y un toque ahumado que realza el sabor de la carne. La mostaza antigua con un toque de miel ofrece un equilibrio perfecto entre dulzura y acidez, ideal para contrarrestar la grasa natural de la carne ibérica. Para los amantes de los sabores intensos, una salsa barbacoa casera, cocinada a fuego lento con cebolla, tomate natural, azúcar moreno y un chorrito de whisky, puede transformar la hamburguesa en una experiencia ahumada digna de los mejores asadores.
Consejos finales para triunfar como un chef en casa
No olvides pequeños trucos que marcan la diferencia: no presiones la carne mientras se cocina para que conserve sus jugos; deja reposar la hamburguesa un par de minutos antes de montarla para que los líquidos se redistribuyen; y busca siempre un equilibrio de sabores entre dulce, salado, ácido y umami. Si además usas ingredientes frescos y de calidad, como las hamburguesas artesanas de carne ibérica de País de Quercus, el resultado será una hamburguesa gourmet digna de los mejores restaurantes.
Preparar hamburguesas en casa puede convertirse en un ritual delicioso, una excusa perfecta para compartir con familia o amigos mientras disfrutas del placer de una receta hecha con tus propias manos y sin renunciar a la calidad de un buen local gastronómico. Porque la verdadera cocina gourmet también se vive en casa.
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La basbousa es un dulce típico árabe. Recibe diferentes nombres dependiendo de donde se haga. En la zona de Medio Orientes se le llama Basbousa, Harissa y Namoura en la cocina libanesa y Siria, en la cocina turca revani y en la cocina griega ravani.
Es un rico bizcocho de sémola y coco, aunque dependiendo del país puede llevar almendra o pistacho. Tan pronto sale del horno se empapa con un almíbar ya frío de azúcar, agua y zumo de limón aromatizado con agua de azahar o agua de rosas.
la costumbre de remojar los pasteles en un almíbar es típica de la pastelería de Medio Oriente, es una forma de hacer que el aroma sea delicado y persistente.
La basbousa es un pastel muy fácil de preparar y queda muy bueno y diferente.
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Ingredientes para un molde cuadrado de 25x25cm:
Para el bizcocho:
- 500g de sémola de trigo
- 100g de coco rallado
- 70g de azúcar
- 100g de mantequilla derretida
- 350g de yogur natural
- 1 cucharada sopera de polvo de hornear
- una pizca de sal
Para el almíbar:
- 220g de azúcar
- 260 ml de agua
- 2 cucharadas soperas de aguade azahar
- 2 cucharadas soperas de zumo de limón
Para espolvorear:
- 120g de pistachos sin sal triturados
- mantequilla y harina para espolvorear el molde
Hacemos el almíbar:
Ponemos el agua, el azúcar , el jugo de limón y el agua de azahar en un cazo y lo dejamos hervir a fuego medio durante unos 8-10 minutos aproximadamente. Lo retiramos del fuego y lo dejamos enfriar.
Hacemos el bizcocho:
En un bol ponemos la sémola, el coco rallado, el azúcar , la pizca de sal y el polvo de hornear.
Mezclamos un poco y añadimos el yogur y la mantequilla derretida, mezclamos bien hasta formar una masa homogénea.
Untamos el molde con mantequilla derretida y harina y ponemos la masa en él. Alisamos bien por arriba y marcamos con un cuchillo unos cuadrados de unos 4-5 cm de lado. La dejamos reposar en el frigorífico unos 30 minutos.
Lo horneamos con el horno precalentado a 200ºC unos 25-30 minutos.
Lo sacamos del horno e inmediatamente vertemos el almíbar por encima de manera uniforme.
Lo espolvoreamos con pistachos triturados.
Una vez completamente frío lo partimos totalmente por las marcas he hemos hecho antes.
¡Queda muy rico!
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Una de las salsa que más me gustan y que va perfecta para todo tipo de carnes es la salsa de frutos rojos.
Si quieres sorprender a tus invitados o lucirte en la mesa en cualquier celebración, pones una carne al horno y la acompañas con esta salsa y es un éxito asegurado.
Sencilla y rápida de hacer, es una salsa que se puede preparar con antelación y además se puede congelar y tenerla lista en pocos minutos calentándola en el microondas.
Os animo a probarla, seguro que os va a encantar.
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Ingredientes:
- 180g de frutos rojos (fresas, arándanos, frambuesas ... frescos o congelados)
- 30g de azúcar
- 150g de cebolla
- 100 ml de oporto dulce o similar
- 200ml de caldo de verdura
- sal al gusto
- pimienta molida al gusto
- 15 g de mantequilla
- 1 cucharada sopera de aceite de oliva
Pelamos y picamos la cebolla en trozos pequeños.
Ponemos en la sartén el aceite y pochamos la cebolla junto con el azúcar a fuego lento. Si tapamos la cazuela será mejor.
Cuando esté pochada añadimos los frutos rojos, subimos la potencia del fuego y cuando empiece a hervir la regamos con el vino.
Dejamos que reduzca un poco hasta que evapore el alcohol y añadimos el caldo de verdura y dejamos cocer 10 minutos más o menos.
La trituramos y la colamos con un colador para retirar los granitos o grumos . Probamos y ajustamos de sal y pimienta molida. Por último añadimos la cucharada de mantequilla hasta que se funda y la servimos con la carne.
¡Muy rica!
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Una receta sencillita y como siempre, muy rica. Una mousse de mascarpone con galletas oreo que está para chuparse los dedos, mejor dicho, para chupar el vasito.
La mousse es uno de los postres más delicados y que mejor queda. Es una exquisitez con la que triunfarás en tus mesas festivas o de celebraciones.
Hay muchas formas de hacerla, con nata montada o sin ella, yo en en esta ocasión solo le he puesto las claras montadas a punto de nieve para hacerla más ligera, y quedó una mousse delicada y deliciosa.
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Ingredientes:
- 50 ml de nata líquida para montar
- 250g de queso mascarpone
- 2 huevos M
- 80g de azúcar
- 2 hojas de gelatina sin sabor (3g)
- galletas oreo, cantidad al gusto
Partimos unas galletas oreo en trocitos.
Ponemos la gelatina en remojo en agua fría durante 5 minutos.
Calentamos la nata y diluimos la gelatina escurrida en ella.
Separamos las claras de las yemas.
Batimos las claras a punto de nieve, las reservamos
Batimos las yemas con el azúcar hasta que blanqueen y añadimos el queso mascarpone, lo batimos bien.
Le añadimos la leche con la gelatina al queso y mezclamos bien, Por último añadimos las claras montadas con movimientos envolventes.
Añadimos unas galletas troceadas y mezclamos.
Lo repartimos en copas y las adornamos con media galleta por encima y algunas molidas.
Lo llevamos al frigorífico hasta el momento de servir.
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El pollo a la cazadora es una receta italiana que es perfecta para dejar preparada con antelación, pues de un día para otro está mucho más rica.
Es una receta originaria del centro de Italia, hay varias versiones dependiendo de la zona en la que se haga, la base es la misma pero puede variar en algunos ingredientes como las anchoas, las aceitunas o las hierbas aromáticas, pero siempre queda delicioso.
Y si lo acompañas con una buena barra de pan, tus comensales quedarán muy satisfechos.
Si te ha gustado esta receta te recomiendo que veas también el pollo con picatostes o el pollo con leche , ambas recetas son sencillas y queda buenísimas de un día para otro.
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Ingredientes:
- 1 kg de pollo troceado o de muslos de pollo
- 1 zanahoria grande
- 1 pimiento rojo
- 1 pimiento verde
- 1cebolla mediana
- 2-3 dientes de ajo
- 1 hoja de apio
- 1/2 vaso de vino blanco
- 200g de salsa de tomate frito
- 200g de tomate natural triturado
- 1 cucharadita de orégano
- 1 cucharadita de albahaca (opcional)
- agua o caldo de carne
- sal y pimienta molida al gusto
- aceite de oliva virgen
Le ponemos sal y pimienta molida al pollo y lo freímos en una sartén con un poco de aceite. Lo sacamos a un plato y lo reservamos.
En el mismo aceite freímos la cebolla y los ajos picados finitos, cuando empiecen a dorar añadimos la zanahoria picada finita y dejamos que dore todo junto . Añadimos los pimientos troceados en tiras y el apio picado, dejamos dorara y ponemos el vino blanco.
Lo dejamos hervir 1 minuto para que evapore el alcohol y añadimos la salsa de tomate frío junto con el tomate natural picado o rallado.
Ponemos el orégano y la albahaca y removemos un poco. Añadimos el pollo y el caldo de carne o agua hasta cubrirlo y dejamos cocer a fuego medio unos 30 minutos aproximadamente.
Damos la vuelta al pollo y dejamos cocer hasta que esté tierno. si es necesario rectificamos de sal o de caldo.
Lo retiramos del fuego y servimos calentito acompañado de un buen pan para mojar en la salsa.
¡Queda buenísimo!
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Si quieres un postre sencillo, hecho en poco tiempo y delicioso, te recomiendo esta cuajada de galletas maría. Es una receta que siempre sale bien y con el que podrás darle un toque especial a tu cuajada de siempre.
Lo bueno de este postre es que puedes variar el tipo de galletas que uses, puedes poner las María de siempre o las María dorada o cualquier otra que a ti te guste.
Es un postre sencillo que se hace en poquísimo tiempo y que queda genial. En 15 minutos tendrás listo un postre perfecto par cualquier ocasión, sobre todo en épocas de calos, ya que no necesita horno.
Sí, soy yo. Julia, una manchega de nacimiento y andaluza de adopción. Actualmente vivo "En un lugar de la Mancha..." cercano a Toledo. Este blog va dedicado a mis hijos y a todas aquellas personas que se inicien en la cocina.